La Fundación consciente de la situación tan difícil que pasan las personas en las calles, hace la entrega de ropa, pañales y víveres. Familias enteras que pasan necesidad en las calles con bebés en brazos, ancianos que ya no pueden trabajar y no les ha quedado otra opción más que pedir caridad.
El hambre se multiplica en las calles de la capital. Se nos ha hecho común ver personas en las calles con toda su familia, y bebés cargados en brazos pidiendo ayuda para comer ese día. Sabemos que si tratamos de ayudarlos uno solo, no habrá mucha diferencia, pero si nos unimos lograremos hacer la fuerza que necesitamos para ayudar a más personas.